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¿Recaída del cáncer para la economía española?

Aunque no seamos médicos, la mayoría hemos oído alguna vez que la detección precoz del cáncer puede ayudar a que el tratamiento sea menos agresivo y más efectivo que si se detecta en un estado más avanzado.

Hace ya unos cuantos años que la economía española nos dio un gran susto; además de verse afectada por determinados "factores medioambientales", el abuso de ciertas medidas que para sus responsables generaban, a corto plazo, una gratificante sensación de "bienestar social", superó su fortaleza, y su sistema inmune fue insuficiente. Sin embargo, los responsables decidieron ignorar los evidentes síntomas de que algo no iba bien, y siguieron adelante con sus insalubres medidas, hasta que llegó el momento en que el cáncer estaba tan avanzado que no se pudo ocultar la gravedad de la situación.

 Y entonces se cambió de responsables, se pasó del curandero charlatán que tapaba los síntomas con ungüentos ineficientes, al médico profesional que al encontrarse el cáncer tan avanzado, tuvo que tomar medidas drásticas para atajar la enfermedad. La quimio fue muy dura, con muchas privaciones, y la enfermedad dejó importantes secuelas, pero se consiguió salir adelante con una  recuperación lenta aún no finalizada.

Y llegados al momento actual, los nuevos responsables no han tenido suficiente con incrementar el gasto público derrochando en la creación de nuevos ministerios y el cambio de nombre de otros, sino que además ahora han decidido retomar medidas que vuelvan a generar (me temo que otra vez a corto plazo), esa sensación de "bienestar social", a pesar de que nuestra economía no tenga la fortaleza necesaria para afrontarlas, intentando hacernos creer que el nuevo ungüento del curandero de turno (subida de impuestos y creación de otros), será suficiente para compensar esa falta de fortaleza, sin querer admitir que vuelve a poner en peligro su sistema inmune. Nada más anunciar esas medidas, los médicos han alertado de las previsibles consecuencias negativas,  y en un día en el que todas las bolsas europeas subían, la española ha bajado.

¿Querrán ver esta vez los síntomas antes de que sea tarde? Ya veremos.

Antonio Pulido Carmona